“Nada volverá a ser igual para los habitantes de Escúzar después de IFMIF-DONES. Estamos cumpliendo con nuestra obligación al escucharlos y tenerlos en cuenta”

Zaida Núñez, miembro del proyecto DONES-PreP

Zaida Núñez es cabo del Ejército de Tierra de España, graduada en Relaciones Laborales y Recursos Humanos y miembro del Proyecto DONES Preparatory Phase desde su inicio. Su trabajo en IFMIF-DONES se centra en la evaluación de la percepción de la futura infraestructura por parte de los habitantes de Escúzar, aspecto clave de cara a la implementación y la toma de decisiones a medio plazo. Convencida de que el elemento esencial en todo proyecto son las personas, el trabajo de Zaida Núñez es buena prueba de que IFMIF-DONES es mucho más que un reto de la tecnología, ya que su impacto sobre la sostenibilidad irá más allá del ahorro energético entrando de lleno en el bienestar de las personas.

-¿Qué lleva a una militar profesional a interesarse por IFMIF-DONES y su impacto sobre la población civil? ¿Encuentra sinergias con su trabajo diario en el cuartel?

-A los 18 años decidí convertirme en soldado profesional porque me importan las personas. El Ejército está ante todo para ayudar, y a esa misión llevo dedicados 21 años de mi vida en diversos destinos como Melilla, Sevilla y Granada. Hace pocos años decidí estudiar el Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos porque siguen preocupándome las personas desde perspectivas que ahora van más allá de su seguridad física, que es lo que me motivaba cuando comencé la carrera militar. Con los años he descubierto que el bienestar psicológico es también fundamental. Cuando el profesor Antonio Peña pidió estudiantes de TFG para evaluar cómo se sentían los habitantes de Escúzar ante la próxima implementación de IFMIF-DONES, tuve claro que ese trabajo era lo que llevaba años buscando, sobre todo teniendo en cuenta que la evaluación, tal y como la han enfocado Antonio Peña y Ángel Ibarra, no tiene precedentes y se adentra en otro campo que siempre me ha fascinado, el de la investigación. Por tanto, sí que encuentro sinergias con mi trabajo diario porque tanto este como el que desempeño en IFMIF-DONES, se centran en escuchar y ayudar a las personas.

-El objetivo de este trabajo ha sido evaluar la percepción que los vecinos de Escúzar tenían del proyecto IFMIF-DONES, yendo más allá de su impacto económico. ¿En qué se ha centrado esta evaluación?

-A grandes rasgos, mi trabajo se ha centrado en evaluar el grado de conocimiento del proyecto entre los vecinos en varios campos: para qué servirá, qué se está haciendo en la actualidad o cómo obtienen la información, entre otros. A partir de esta información, toca evaluar cuáles son las principales preocupaciones de los escuceños, que son quienes convivirán con él. En este sentido, nada volverá a ser igual para los habitantes de Escúzar: vendrán nuevos vecinos, se abrirán nuevos comercios, su economía y su modo de vida pueden llegar a ser bastante dependiente de IFMIF-DONES. Siento que estamos cumpliendo con nuestra obligación al escuchar y tener en cuenta a los vecinos y en este tiempo creo poder asegurar que ellos lo agradecen.

-Durante los últimos meses ha estado en contacto con los vecinos del municipio. ¿Cuál es, a grandes rasgos, la percepción del proyecto?

-Los vecinos de Escúzar son ante todo personas bien informadas e implicadas en su comunidad. Ellos conocen perfectamente los grandes rasgos y los mensajes positivos que leemos en la prensa todos los días, como la gran oportunidad económica, la conversión de Granada en la provincia del Conocimiento, etc. Pero también son conscientes de que nada cae del cielo, sino que hay que trabajar día a día para conseguirlo, y eso es fundamental para evitar malentendidos en el futuro. Esa perspectiva realista que tienen se debe en gran medida a experiencias del pasado, pero también al gran trabajo divulgativo que han llevado a cabo el Ayuntamiento de Escúzar y la Universidad de Granada. En palabras de Antonio Peña, uno de los grandes retos era explicar a la gente lo que es el proyecto, pero, sobre todo, lo que no es. Y los vecinos lo han entendido perfectamente.

-Antes de comenzar a trabajar en este estudio académico, ¿cuál era su visión de IFMIF-DONES? ¿Cómo ha cambiado tras trabajar codo con codo con técnicos vinculados al proyecto y al Ayuntamiento de Escúzar?

-Cuando me sumé a la DONES Preparatory Phase conocía el proyecto a través de la prensa y tenía una visión oficialista en el sentido de la oportunidad para Granada y provincia, creación de puestos de trabajo, nuevas oportunidades, etc. No me había preguntado sobre lo que realmente se iba a hacer desde un punto de vista técnico. Casi dos años después, el trabajo en un equipo tan multidisciplinar me ha hecho comprender la magnitud del proyecto tanto desde la perspectiva de lo que se va a hacer y el papel esencial que va a jugar Escúzar en la carrera hacia el control de la fusión nuclear, como desde la perspectiva que me animó a sumarme, que es la de una población cuyas preocupaciones y esperanzas van más allá de lo meramente económico.

-En ese sentido, su trabajo en la DONES Prep. y su propio perfil profesional tienen una clara orientación multidisciplinar y trasversal. ¿Cree que el paradigma de proyectos exclusivamente científico-técnicos tiene los días contados?

-Sin duda. En este tiempo he aprendido que IFMIF-DONES no es un proyecto de físicos pensando en cosas de físicos, sino un proyecto total y global en el que cada uno de los participantes pasados, presentes y futuros habremos aportado una perspectiva única. Esa suma de visiones complementarias me parece esencial. Del mismo modo, otros proyectos emblemáticos y extremadamente complejos que se están desarrollando en este momento como es el caso de ITER, o en el futuro como DEMO, tampoco pueden entenderse desde un enfoque curricular muy cerrado. Creo sin lugar a dudas que el enfoque multidisciplinar es ya una condición indispensable para el progreso de la Humanidad.

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